Pañuelos de pasta brick rellenos de setas


Aspecto de los pañuelos fritos en aceite


La pasta brick es muy parecida a la pasta filo pero es de origen magrebí. Es muy utilizada en Marruecos y Túnez.
Se puede elaborar en casa pero es muy delicada y seguramente te ahorrará mucho tiempo y esfuerzo si la compras industrial.
Una vez que tienes la pasta tan sólo hay que manipularla con cuidado pues es muy frágil. La puedes rellenar de lo que te apetezca, dulce o salado y darle formas diferentes. En triángulos como en la receta de hoy, o haciendo paquetitos cuadrados o bien saquitos atados con un cebollino.
Esta vez yo los he rellenado de algo sencillo y barato. 
Cocidos en el horno
Los puedes congelar y tenerlos igual que las croquetas para utilizar en uno de esos días que no te ha dado tiempo a preparar nada y echas mano del congelado. Eso si, mucho más rico y sano porque lo has elaborado tú y sabes lo que le has puesto.

Necesitas:
  • Una cebolla pequeña
  • Cuarto de champiñón o cualquier otra seta que te guste
  • 1 zanahoria
  • 2 lonchas de jamón
  • 1 ajo
  • 2 cucharadas de harina
  • aceite
  • sal
Corta la cebolla y la zanahoria en brunoise (daditos pequeños muy finos) y ponlos a dorar en una sartén junto con un ajo cortado muy fino y cuatro cucharadas de aceite. Corta en láminas el champiñón o las setas y cuando esté lista la cebolla añádelo.
Al final añade el jamón cortado en tiritas muy finas. Añade dos cucharadas de harina y tuesta. Enseguida añade caldo de carne, agua o leche y ve ligando la preparación hasta que quede una masa apta para el relleno. Corrige el punto de sal. Reserva

Saca la pasta brick y córtala en tiras de unos 8 cm de ancho.(según el tamaño que quieras darles a tus triángulos).

Pon el relleno en un extremo y comienza a doblar la tira  haciendo un triángulo como puedes ver en la foto.
Cuando estén listos tus triángulos puedes freírlos o bien puedes hacerlos en el horno igual que ocurre con las empanadillas. De las dos formas están deliciosos aunque en el horno quedan con menos grasa. Eso si debes pincelarlos con un poco de aceite o mantequilla fundida si eliges la segunda opción. ¡Y listo! ¡a disfrutar!

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